La Santa Compaña se ha convertido en una tradición dentro de España, aunque se podría recoger su influencia en el norte de Europa, mediante la mitología vikinga. Aunque en Galicia tiene una peculiaridad, de la que también se han influenciado otras regiones del país. Si nunca has oído hablar de esta compañía de difuntos, es el momento de que sepas de ella.
La procesión de difuntos que siempre ha asustado a los gallegos
Galicia tiene un encanto peculiar dentro del territorio español. Sus supersticiones han sabido ganar fuerza a través de los años, lo que hace pensar que más que ficción podamos estar ante una realidad.
Sea como fuere, no se pueden negar la cantidad de historias que han llegado hasta nuestros oídos acerca de esta procesión macabra, que en parte maldición, en parte predicción, llega a anunciar la muerte de una persona.
Como todo suceso mágico, suele darse de noche. Se dice que hay dos días clave en que la Santa Compaña se hace presente. Así que, la mejor recomendación es que te quedes en casa los días 2 de noviembre y durante la noche de San Juan. Encontrarte a ese grupo fantasmagórico no suele ser algo grato. Puede no sucederte nada o que te pase todo. Si no quieres ser la elegida para comandar esta marcha fúnebre, aún tienes varias maneras de librarte si la ves pasar.
Cómo saber que estás ante la Santa Compaña
Muchos la definen por un inmenso frío, casi inexplicable. A esto le suceden sonidos de campanas y de cadenas. A veces se puede oler un aroma que muchos comparan con el cementerio, porque se dice que estos seres parten de allí.
Delante de los seres espectrales, que suelen portar vestimentas negras, y se definen por sus aspectos cadavéricos y por alzar una vela cada uno, está el paso de un mortal como tú. La persona viva que encabeza esta procesión suele llevar una cruz. Este ser humano, inconsciente de lo que está haciendo, si te ve, te puede ofrecer la cruz, librándose así de esta maldición y de una posible muerte temprana.
Aunque reconozcas de quién se trata, ten por segura que ella no te recordará al día siguiente, si es que no te termina de convencer para que seas la encargada de encabezar tal desfile.
Ante esto tienes la posibilidad de salir corriendo, dejando que no te paralice el miedo. En caso contrario, puedes hacer la señal de la cruz con tu cuerpo, dándole a entender a la persona que te la ofrece que tú ya tienes tu propia cruz. Del mismo modo, intenta ocupar tus manos con lo que veas a tu alrededor. Otra opción es tirarse al suelo, al paso de la Santa Compaña, siempre boca abajo, y dejar que pase.
No temas porque vayan a por ti. Por lo general, suelen ir en busca del enfermo, que espera en su casa el momento. Quizás puedas ver el cuerpo astral del futuro difunto si miras el ataúd que lleva la compaña fúnebre.
¿Dónde te puedes encontrar esta comitiva?
Normalmente la leyenda sitúa el paso de esta comitiva fúnebre en los caminos gallegos, en mitad del campo. Aunque, cuando llegan a la casa del enfermo que va a dejar este mundo, también se dejan ver, dentro de la población.
La noche es su momento de aparición, aunque no cualquiera podrá verlo, ya que solo unos pocos afortunados (si se pueden llamar así) tienen esa capacidad. Entre estas personas sensibles, se encuentran los niños. Su pureza y almas no corrompidas consiguen apreciar este desfile de la muerte, a veces sin entender lo que están apreciando.
Se cree que los adultos que, durante niños, fueron bautizados por error con el óleo de los difuntos también tienen la capacidad de ver tan terrible espectáculo. Por eso, no debes temer si estás en estos casos, ya que el hecho de percibirlo no significa que la próxima víctima de la muerte vayas a ser tú.
El temor de estas comitivas fúnebres se extiende en diferentes regiones del país. En algunos lugares se habla de una mujer que huele a cementerio. En otros, dos jinetes fantasmales pueden ser el final fatídico de quien se cruce a su paso. Más allá de nuestras fronteras, pero bajo nuestra misma superstición, una mujer llorando te recuerda el momento fatídico que te puede llegar a tocar.
La muerte se ha convertido en un temor humano, debido a todo lo que representa. Más allá del mito, no podemos negar que es una realidad que, de alguna forma, nos va a tocar. Lo que no se puede asegurar a ciencia cierta es que se trate de una realidad el hecho de ver aparecer a este cortejo fúnebre. Pero la cantidad de relatos nos hace pensar en una realidad que, sin duda, nos hace poner los pelos de punta.
La Santa Compaña es una realidad para el que tiene que encabezarla, pero casi nadie podrá contar esta visión terrible.
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