Seguro que te has preguntado en más de una ocasión quién habrías sido en otra vida, o si tu alma es un alma vieja o alma vieja. Los registros akashicos tratan precisamente de esto, y si estás interesado en saber si tu alma tiene un pasado anterior a tu nacimiento, y tendrá un futuro posterior a tu muerte es importante que sigas leyendo. Los registros akashicos son el almacén de memoria de nuestra alma, donde se archivan y guardan todas nuestra vivencias y experiencias.
Es inevitable que pensemos si hemos vivido otra vida anteriormente, o que nos planteemos las preguntas existenciales universales que todos nos preguntamos a lo largo de nuestra vida; ¿por qué estoy aquí? ¿por qué mi carácter es de esta forma? ¿cuáles son mis potencialidades? Conocer nuestros registros akashicos puede sacarnos de más de una de estas dudas y sobre todo hará que nos conozcamos mejor a nosotros mismos, algo que, en definitiva, es una de las metas de nuestra existencia.
Los registros akashicos
En primer lugar, se denominan «registros akashicos» porque provienen de la India, y significa «éter», que es la energía que está presente en todo el universo, y por tanto en todos nosotros. Es aquello que nos conecta de manera indescifrable con todo lo demás, que hace que seamos uno con la naturaleza y con la existencia en general. Desde hace siglos se han tratado los registros akashicos de diferentes formas y podemos verlos en los grandes escritos de las religiones; por ejemplo aparecen en el «Libro de la Vida» de la Biblia, o en «La tabla eterna» del Corán.
Es interesante y muy importante conocer cuáles son nuestros registros akashicos, pues nos pueden hacer llegar a descubrir nuestras potencialidades ocultas, y en caso de dudas sobre cuál es nuestro camino o propósito en la vida, pueden llegar a ayudarte a vislumbrarlo. Digamos que aportan luz a quien los descubre.
Si eres capaz de sentir que has venido a este mundo para realizar algo importante, pero no sabes exactamente qué es, los registros akashicos son la fuente de información que te falta por consultar.
Tu sentido de la espiritualidad debe estar preparado para conectarte con lo más profundo de ti mismo y descubrir todo lo que ha estado siempre dentro de ti, que sabes que existe, pero aún no se ha manifestado.
Conocer tus registros
Llegados a este punto seguramente querrás saber cómo podemos acceder a nuestros registros akashicos y dar respuesta a todas esas preguntas que llevamos años haciéndonos. Dar con la fórmula mágica para acceder y conocer todo aquello que tenemos dentro de nuestro ser y nuestra alma.
Lo primero que debes saber es que no existe una técnica per se para acceder a nuestros registros akashicos, ni una fórmula milagrosa, ni ninguna técnica. Acceder a lo más profundo de nuestra alma solo requiere una cosa; conexión con tu ser superior.
Una vez que vibréis en la misma frecuencia comenzarás a comprender quién eres, y cuál es tu propósito en esta vida.
Para llegar a ello debes pasar por una fase muy importante de comprensión de tu propio ser, de tus peculiaridades y significancias, y comprender que eres mucho más que eso, que eres trascendente. Una vez que sientas tu propia trascendencia, y tu conexión con un ser superior que te ilumina estarás precisamente en ese sendero o camino de la iluminación, que si sigues los dictados de tu corazón y tus sentimientos e intuiciones más profundas y por tanto más verdaderas y más tuyas serás capaz de comprender la grandeza que habita en tu interior.
Descubrir y alcanza el pleno conocimiento de tu alma, y su registro akashico hará que vivas plenamente consciente de tu existencia, de tu alma y de su memoria en esta y en otras vidas. Comprender esto no solo reconforta, pues los interrogantes quedan resueltos y la verdad iluminará toda tu vida y la de los que te rodean, sino que te hace vivir en el ahora, en el presente, valorar tu existencia, tu vida y las personas que forman parte de ella.
En definitiva, conocer tus registros akashicos es una fuente de amor a la vida, amor a los que te rodean y amor hacia ti mismo. Todos nacemos con ciertos condicionantes que ponen en entredicho nuestra fuerza ante determinadas situaciones que nos paralizan a lo largo de nuestras vidas. Sin embargo, conocer nuestra valía, nuestra razón de ser, nuestras potencialidades y nuestra alma en profundidad hará que saquemos lo mejor de nosotros mismos y que seamos capaces de trasladarlo a nuestra vida diaria. No solo repercute en la calidad de las relaciones que mantengamos con quienes nos rodean, sino con la relación con uno mismo, pues vivir en paz es fundamental para disfrutar de nuestra existencia y ser feliz.
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