Los nacimientos de parte de madres vírgenes en la naturaleza son más comunes de lo que creemos, son conocidos como la partenogénesis humana. Estos se dan en un gran número de animales como los tiburones o los lagartos, que no necesitan especies machos para reproducirse. Este procedimiento de reproducción se encuentra basado en el desarrollo de células femeninas asexuales que no han sido fecundadas.
La existencia de estos procesos en numerosas especies animales nos ha llevado a preguntarnos si sería posible la partenogénesis humana.
El papel del esperma
En el proceso de la reproducción en todos los animales es necesario el esperma. No obstante, el esperma no tendría por qué proceder de un varón. Hace ya más de una década que se consiguió que en mamíferos, concretamente en una rata, se diera el caso de la partenogénesis. Lo que se hizo fue combinar el material genético de dos hembras diferentes.
En este laboratorio, se consiguió que las células madres de una hembra se transformaran en espermatozoides. Si bien es cierto que desconocemos si el espermatozoide contenía o no toda la programación genética que se necesitaba para que se diera comienzo al proceso de fecundación. Aunque las ratas son animales mamíferos, al extrapolarlo a especies humanas, a lo largo de todo el planeta surgen razones éticas de peso que hacen que la partenogénesis humana no se lleve a cabo.
La natalidad por parto de madres vírgenes
La natalidad por parte de madres vírgenes no es tan extraño dentro del reino animal. En numerosas especies podemos ver partos por madres que aparentemente no han tenido nunca una relación sexual. Uno de los primeros ejemplos de partenogénesis que hemos podido ver ha sido en las víboras de pozo, que crían solas a sus hijos.
En animales vertebrados que suelen tener una reproducción sexual, también se ha dado este proceso. La partenogénesis ha ocurrido en animales de mayor tamaño y más complejos, como en aves, en tiburones o en Dragones de Komodo. Todos ellos habían sido criados en cautividad, por lo que en principio no tenían la libertad de reproducirse de la manera habitual.
Hasta fechas recientes, la pertenogénesis se había estado considerando una novedad en la evolución que surgía cuando bien no había machos alrededor o cuando las hembras consideraban que los que había, no eran los padres más perfectos para sus crías.
Estudios científicos
Ha sido un estudio de la Universidad de Tulsa, en Oklahoma, por parte del biólogo Stand Warren el que ha arrojado más conocimientos sobre este mundo, que hasta ahora había sido una cuestión muy oscura de la que pocas personas hablaban. El resultado ha mostrado que hay muchas poblaciones en distintas clases de serpientes en las que este fenómeno no se da de manera poco frecuente.
Tras realizar el estudio y analizar los resultados, surgió la duda de por qué las hembras elegían someterse a una partenogénesis cuando había machos que estaban disponibles a su alrededor. La primera hipótesis apuntó a que estas no podían reproducirse de otras formas. Por ejemplo, el científico señaló que la hembra serpiente en la que se dio la partenogénesis era la de menor tamaño del grupo, por lo que esta podría haber sido discriminada en favor del resto, de mayor tamaño, por parte de los machos.
El estudio también ha dado lugar a otras hipótesis de científicos diferentes. Estos han sugerido que la partenogénesis podría ser un error aleatorio de reproducción. El científico que realizó el estudio, Stand, está actualmente tratando de descartar o de confirmar que el detonante de la partenogénesis pueda ser un virus o una bacteria.
Otros misterios de la partenogénesis humana
Uno de los grandes misterios de los casos de partenogénesis se da con respecto al número de crías que nacen. Las madres vírgenes en el reino animal solamente tienen una cría, mientras que normalmente en el reino animal, según la especie, pueden nacer muchas más. Otra coincidencia ha sido que en los casos que hemos podido ver, muchas de las crías han sido machos.
Asimismo, todavía no podemos conocer si los animales que están naciendo por partenogénesis pueden tener partos virginales también o si se pueden reproducir sexualmente. Además, a menudo hemos visto que la descendencia por partenogénesis suele tener anormalidades o una muerte temprana. Esto ocurre debido a la menor diversidad del material genético, que fomenta la contracción de enfermedades o las posibilidades de nacer con problemas genéticos.
En definitiva, un nacimiento virgen puede producirse cuando una célula de un cuerpo polar comienza a hacer la función de un esperma. El resultado sería el ADN de un hijo de virgen. Sorprendentemente, la descendencia no sería un clon completo del progenitor, sino solo en su mitad. Este fenómeno se ha dado en reptiles, en tiburones, en aves (muy relacionadas con los reptiles) y en mamíferos solo en ratas. ¿Se podría producir también la partenogénesis humana si no estuviera impedida por dilemas éticos?
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