Los celtas eran un conjunto de pueblos que vivieron en diversas partes de Europa durante la Edad de Hierro. No formaban una comunidad única sino varias, con características culturales y religiosas comunes como las festividades celtas.
Los celtas eran un pueblo íntimamente vinculado a su entorno natural. Este punto queda demostrado en las deidades a las que rendían culto. Sus dioses representaban elementos pertenecientes a la naturaleza. Y aunque las prácticas religiosas presentaban diferencias en Europa central y occidental, tenían también puntos convergentes.
Las festividades celtas
Los dioses celtas
Así algunas de sus deidades eran:
- La diosa Madre.
- El dios del Trueno.
- El dios del Sol.
- La diosa de la Tierra.
Son solo algunos ejemplos y todos están relacionados con la naturaleza. Lo mismo ocurría con sus festividades.
Principales fiestas celtas
Los celtas tenían cuatro fiestas grandes y cada una significaba el principio de una estación. Se han encontrado alusiones a la realización de todas en ellas en tierras irlandesas, y podemos suponer que también se llevaban a cabo en el resto de los territorios celtas.
Se trataba de un pueblo dedicado principalmente a la agricultura, por eso el principio y final de la cosecha aparece marcado en su calendario como un momento consagrado. Además, parece que otorgaban una considerable importancia a las estrellas y la alineación de los astros en el firmamento. Por eso todo ello cuenta con estas referencias también en su calendario anual:
IMBOLC (1 de febrero)
Simbolizaba el final de la estación invernal. La parte más cruda de la climatología tocaba a su fin. Con esta conclusión terminaba la escasez de alimentos y se volvía a la rutina que el invierno dejó en suspenso.
La vida social de la comunidad, la preparación del ganado para la cría, etc. comenzaban de nuevo. Era un tiempo de festejo que en el catolicismo se destinó a consagrar la imagen de santa Brígida.
El significado de la palabra celta imbolg (el vientre) remite a la cría del ganado, principalmente ovino. Se rinde culto a la Candelaria, diosa de la luz y del fuego principalmente refiriéndose al fuego del hogar.
Esta fecha, a principios de febrero, se consideraba muy propicia para la realización de presagios y ofrendas. Estas predicciones versaban sobre la meteorología, el estado del ganado o el agua de los pozos.
BELTAINE (1 de mayo)
Celebraban el principio del verano. Relacionaban la estación con la subida del ganado a los pastos. Se celebraba en Escocia, Irlanda y Galicia.
Se encendían hogueras rituales que simbolizaban la llamada a los rayos del sol a templar de nuevo la tierra.
Era una festividad alegre y llena de energía. Los días empiezan a ser más largos, hay más horas de luz y la naturaleza comienza su esplendor. Las flores aparecen y nacen las crías de los animales.
Todavía hoy en día se celebra de alguna forma esta fecha en lugares del norte de España. Por ejemplo en Galicia o Cantabria, con cantos y bailes alrededor de los Mayos.
LUGHNASADH (1 de agosto)
Se celebran las primeras cosechas. Es una tradición que se mantiene en muchos lugares como el Festival de la Cosecha en Bretaña.
Se recogían las primeras bayas y cereales. Era una festividad en la que los núcleos de familias y vecinos se reunían y se cocía y compartía el primer pan. El dios al que se veneraba era Lug. De su nombre proceden toponimias como Lugo, Lusitania, etc.
SAMAIN (1 de noviembre)
Esta era una de las noches más especiales del año, que se dividía en dos partes: clara y oscura. La noche del 31 de octubre marcaba el final de la rueda del año y el 1 de noviembre el nuevo comienzo. Es el germen de la noche de Halloween americano y el Samaín gallego y equivalente al Día de los Muertos.
El vocablo hace referencia al final del verano y al comienzo del frío. A este momento que representaba un final y un principio se le atribuía la cualidad de conectar dos mundos, el de los vivos y el de los muertos. En ese instante las reglas que rigen esa separación quedan suspendidas y ambas partes se unen.
Además de estas festividades celtas se celebraban los equinoccios de otoño y primavera (MABON, un momento de agradecimiento y de pedir protección y OSTARA, se celebra la fertilidad y la abundancia) y los solsticios de invierno y verano (YULE, es la noche más larga del año. Se decoraban árboles y se colocaban regalos para todos. Son los primeros árboles de Navidad y LITHAE, el día más largo del año. Se celebran las horas del luz y el buen tiempo. Es un tiempo de vacación entre sembrar y cosechar).
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