¿Puedes ser un médium? Síntomas de la videncia

Ser médium es un don con el que nacen algunas personas elegidas, tocadas por la mano de lo oculto, que les ofrece facultades para vislumbrar más allá del velo de la mundanidad, pero que también conlleva responsabilidades. Una persona tocada por el don de la mediumnidad verá su vida y su forma de relacionarse con su entorno cambiadas para siempre, ya que perciben, escuchan y sienten lo que otros no pueden. Hay una serie de síntomas claros que indican la posibilidad de que una persona pueda ser médium y, generalmente, se manifiestan desde muy temprana edad, aunque en algunos casos extraños se han manifestado más tarde.

Qué es un Médium

Un médium es un individuo que vive entre dos mundos, entre dos realidades, a medio camino entre lo cotidiano y lo oculto. Estas personas son capaces de percibir lo que sienten los que están a su alrededor como si ellos mismos lo estuvieran padeciendo, de una forma tan intensa que supera la simple empatía. También poseen una percepción extrasensorial muy desarrollada que les permite incluso anticiparse a acontecimientos futuros y atisbar entre las oscuras nieblas del destino.

Si te ves identificado con alguno de estos síntomas, quizá posees la habilidad de ser médium. Según muchos teóricos del espiritismo, la mediumnidad es una capacidad innata en todo ser humano, aunque sólo algunos son capaces de ponerse en sintonía con ella y desarrollarla. Si ha sido recientemente cuando has empezado a notar los síntomas, puede que esté despertando en tu interior esa capacidad extrasensorial que permanecía latente.

Los síntomas más comunes de ser médium pueden agruparse en tres tipos:

• Síntomas empáticos
• Síntomas extrasensoriales
• Síntomas clarividentes

Síntomas Empáticos

Los síntomas empáticos son aquellos que afectan a las emociones y la forma de relacionarse con los demás. Los médiums son individuos de una gran sensibilidad que pueden percibir el más mínimo cambio emocional en una persona con tan solo estar cerca. Son especialmente susceptibles al dolor o al sufrimiento ajeno a la hora de percibirlo y lo sienten como si fuera el suyo propio. Es por ello también que los médiums son individuos predispuestos a ayudar a los demás y emplear sus dones en beneficio del prójimo.

Estos síntomas suelen traducirse en bruscas reacciones emocionales sin causa aparente, difíciles de controlar. En muchas ocasiones, un médium experimenta unas emociones extremas, con los sentimientos a flor de piel, que pueden ser los de una persona cercana.

Síntomas Extrasensoriales

El don de la mediumnidad va más allá y, como hemos dicho anteriormente, conecta al individuo con una realidad oculta a aquellos que no poseen la visión verdadera. Esto se ve plasmado en una serie de síntomas de carácter extrasensorial que, en caso de padecerse, indican que esa persona podría ser médium.

En las primeras fases, estos síntomas pueden reducirse simplemente a sueños extraños, visiones oníricas o percepciones sonoras de voces y susurros estando a solas. Las personas con el don más desarrollado también llegan a sentir presencias extrañas, generalmente anunciadas por una sensación de frío y la percepción de que hay alguien más en la estancia que los demás no pueden ver. Este es un síntoma claro de que esa persona es médium. 

Síntomas Clarividentes

Además de los anteriormente nombrados, hay una serie de síntomas clarividentes con los que saber si una persona posee la capacidad de ser médium. Estos son los que tienen que ver con percepciones de sucesos que todavía no han ocurrido, aunque a veces la persona piensa que es un recuerdo y no se da cuenta de que era una profecía hasta que sucede más adelante.

Si alguna vez has sentido que conoces partes del futuro de alguien con solo mirarle o tocarle, has experimentado sueños premonitorios o algún tipo de déjà vu, es probable que sean síntomas clarividentes y que el don de la mediumnidad esté latente en tu interior, esperando a que lo despiertes y desarrolles estas habilidades que van más allá de lo mundano.